Lunes, 6 de febrero de 2006
Entrevista Salomón Lerner Febres
El ex presidente de la Comisión de la Verdad
Mariella Balbi, periodista
En general, en esta contienda electoral los partidos no están interesados en rescatar las conclusiones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), tampoco el tema de los derechos humanos (DD.HH.)Es lamentable, porque los DD.HH. no se limitan solo a la violación de estos, sino que indican el verdadero desarrollo de una sociedad. No tocar el tema de los DD.HH. es no comprender la verdadera historia del Perú, una historia de fracturas, de discriminación, de vejaciones y abusos. Es no poner en el tapete el tema de la justicia y avalar la impunidad.
Políticos como Alan García son críticos de la Comisión de la Verdad.
Relativamente. De los políticos que se han enfrentado al tema de la CVR, García mostró una relativa apertura. Pero la ha echado por tierra al llevar en su plancha a una persona como el almirante Giampietri, que está en contra de la CVR, sin tener razones válidas. Su inclusión indica que García tomó una opción: la autoritaria. La que busca la amnistía, por no decir la impunidad, para los militares que violaron los DD.HH., haciéndole un flaco favor a las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Estos militares no deben quedar como delincuentes perdonados. Espero que en el próximo gobierno no prospere esta amnistía, pero no soy optimista. En el Perú la justicia es algo que se puede negociar y no debería ser así.
Valentín Paniagua tampoco ve con buenos ojos el trabajo de la Comisión de la Verdad.
Con todo el respeto que él me merece, creo que tiene una mirada inadecuada de nuestro informe. Se deja ganar por su afecto al presidente Belaunde, quien tiene gravísima responsabilidad política en el tema de los DD.HH. En 1984 es cuando más muertos hay. Los responsables en primer lugar son los senderistas, pero también tienen responsabilidad las autoridades políticas y Belaunde dejó las manos libres a los militares para combatir la subversión y se desentendió de las violaciones de DD.HH
Los políticos dicen: era una guerra y, necesariamente, hay muertes
La guerra tiene leyes. ¿Es lícito que en una guerra se viole mujeres, que se mate civiles inocentes, niños, mujeres embarazadas? Y eso sucedió en Accomarca, en Cayara, Soccos y otros. El capitán Telmo Hurtado ametralló a mujeres y niños en Accomarca, a los sobrevivientes los metió en una casa y la incendió. ¿Eso es una guerra o una masacre? No consideramos víctimas a quien murió en el combate, pero no se mata a gente inerme, indefensa. No se consigue información torturando. No es lícito desaparecer personas. Debe quedar muy claro que nuestra comisión concluyó que Sendero es el principal responsable de la desgracia ocurrida. Sendero Luminoso inició la violencia y es el máximo violador de DD.HH. Sin embargo, el Estado no puede actuar como ellos.
¿La violación de DD.HH. era una política de Estado?
No, se dejó a los militares actuar abdicando a su responsabilidad de gobernantes. Ante la comisión los políticos acusaban a los militares y estos a los políticos.
Los militares están enjuiciados, los políticos no.
El señor Fujimori está enjuiciado. Quiero aclarar que la comisión no juzga. Sí hemos señalado responsabilidad política, ética y dejamos abierta la responsabilidad penal. Si se establecen pruebas, será el Poder Judicial el que determine si fueron los gobernantes, los ministros, quienes dieron las órdenes.
¿No hay un ánimo antimilitar en el informe de la comisión?
En absoluto. El problema está en que hay un mal entendido espíritu de cuerpo entre los militares. ¿Por qué proteger a quien mató en Soccos o en Cayara? Mire, nosotros indicamos los casos que a nuestro juicio debían ser investigados por la fiscalía, pero no pusimos los nombres de los militares en el informe publicado para no perjudicarlos.
Otra crítica a la CVR es que el método de conteo de desaparecidos es una proyección; ergo, la cifra estimada, 70 mil desaparecidos, no es real.
No hubo tiempo para recoger todos los testimonios. Con nombre y apellido tenemos 32 mil desaparecidos. Es un método científico, se usó para juzgar a los criminales de guerra en Yugoslavia y en once tribunales del mundo. Es evidente que teníamos que hacer una proyección. Hasta hoy sigue reportándose casos en el Huallaga, por ejemplo. El río Huallaga fue la gran tumba en esos años. Gente de la DEA con la que conversamos nos dijo que en un momento era tan escandaloso el asunto que tuvo que quejarse con las patrullas militares.
Los critican por querer reabrir temas del pasado.Es que los hechos no han pasado. Vaya a la sierra, al Huallaga y converse con la gente. Ellos son tan peruanos como quienes viven en Lima. La reconciliación no se consigue olvidando. Por eso exigimos que se haga justicia. La herida sigue supurando. Uno se reconcilia aceptando responsabilidades. La crítica viene de actores vigentes dentro de la política, sectores políticos que se sienten tocados por nuestro informe: fujimorismo, aprismo, acciopopulismo. El escándalo más grave y motivo de vergüenza para el Perú es que hayan muerto 70 mil peruanos, si quiere 35 mil, y que no nos hayamos dado cuenta y que eso nos deje indiferentes.
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