lunes, 26 de mayo de 2008

MEGAJUICIO RACISTA CONTRA FUJIMORI

LLEVAMOS INTRONIZADOS EL CÓDIGO HUÁSCAR-ATAHUALPA
LA VERDAD DE LA INJUSTICIA
1º MANIFIESTO


AUTOR: DR. PABLO ALBAN

Es risible la proliferación de máscaras cejijuntas, miradas duras, mandíbulas constreñidas, aparentando probidad utilizada en nuestro país -Perú- por los detractores políticos de turno en su lucha por sobrevivir convertidos en censores.
Nuestra historia gira y permanece hasta lo absurdo en el borrón y cuenta nueva; virando al encontrar una nueva víctima expiatoria que cargue con todas nuestras culpas; truculenta práctica empeñada en desembarazarse de las aberraciones.


Llevamos entronizados el código del medio-hermano, Huáscar-Atahualpa, hijos de un mismo padre (Huayna Cápac), hacia él, el odio de los conflictos infantiles reprimidos. No primó la cooperación pacífica, sino la envidia; en la lucha por el poder, divididos, derrotándose entre ellos, ¿A quién culpar? contribuyeron a la desaparición del Imperio del Tahuantinsuyo.
Conquistados por España, irrumpieron los aventureros, tras la cortesanía mayores lacras exhibiendo y reforzando en su proceder los códigos negativos: la codicia, la traición, la confabulación, la falsedad, la imprevisión, el libertinaje... Derrumbaron la disciplina social del incanato -el ama sua, el ama quella, el ama llulla (no seas ladrón, no seas perezoso, no mientas)- sentencias que infringidas eran severamente castigadas. Avasallados fuimos víctimas de las distinciones y matices étnicos excluyentes.

Después del choque de civilizaciones, mitigando la adversidad, se fue forjando durante tres siglos, el primer mestizaje con los aporte y deméritos de ambas culturas.

Conseguida la Independencia, en el proceso de gobernabilidad haciendo mal uso de la libertad se exacerban y perduran las malas artes adicionándose la decidia, la corruptela, la mediocridad, la felonía y mediante el caudillaje arrastrante en la lucha por el poder, cegados, contribuyeron a la derrota en la nefasta Guerra del Pacífico. La élite de turno aliándose con el enemigo combatieron contra los grupos patriotas que rechazaban una rendición oprobiosa.

En la patraña del borrón y cuenta nueva, reorganizándose en el poder y pugnándose en el reacomodo. ¿A quién culpar?, sin mea culpa proyectaron las causas de los errores hacia una víctima expiatoria (Mariano Ignacio Prado).

Por una mal contada historia, todo pasó al olvido. Se reiteró en la imprevisión y malversación del Erario Público, menoscabando al Estado en beneficio de la élite de turno. Los gobernantes nunca actuando como estadistas, siempre especulando en las próximas elecciones.

Se siguió marginando a grandes sectores de la población de los Andes, inequidad que condicionó y desencadenó un espiral de violencia la más destructiva de la Historia de la República contra el Estado y el establishment causante de los efectos, resultado: los grupos violentistas terroristas, "Movimiento Túpac Amaru" (MRTA) y "Sendero Luminoso".

Esta última organización terrorista, según folleto editado en España, (Caretas, Nº808, 16/VII/1984) "el sentirse centro de la revolución mundial... lleva a Sendero a vanagloriarse de sus más sangrientas masacres. Así el genocidio de Lucanamarca, es presentado como una represalia contra supuestos paramilitares 'de los 35 (sic) fueron ejecutados (...) y el resto sometidos a diversos castigos'. Comuneros fueron masacrados despiadamente, incluyendo mujeres y niños". A Sendero Luminoso y al MRTA, las ONGs Pro-Derechos Humanos, a pesar de la vesanía mostrada les denominan "luchadores sociales" y le brindaban apoyo en Estados Unidos y Europa.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en su informe describen "Desde mayo de 1980, por dos décadas, Sendero Luminoso, cometió gravísimas violaciones que constituyen delitos de lesa humanidad. En base a cálculos realizados por la CVR, se estima que las cifras totales de víctimas provocadas por este grupo, asciende a 31,331 personas. Su ideólogo y líder Abimael Guzmán se inició con 580 miembros y alrededor de 2,700 hacia el 1990. Sorprendió que siendo pocos y mal armados hayan causado tantas víctimas fatales, asesinadas con extrema sevicia, nos habla de su ferocidad excepcional. Al mismo tiempo, que siendo tan pocos hayan logrado persistir tantos años y se hayan convertido en un factor decisivo en la crisis de la democracia peruana, nos dice de las profundas fallas históricas sobre las que se asienta el Estado Peruano, como también de la responsabilidades concretas de los gobiernos, de la clase política, de las fuerzas del orden y de la sociedad civil, que debieron enfrentar el desafío senderista (...) En medio del descontento, el Gobierno Constitucional de Fernando Belaunde Terry delegó amplias facultades a las Fuerzas Armadas en la lucha antisubversiva, en diciembre de 1982; sin que las autoridades políticas pusieran en práctica mecanismos adecuados de protección de los derechos humanos de la población que quedaba bajo control militar. Si bien golpeó duramente a las organizaciones subversivas PCP-SL, no llegó a reprimir sus actos terroristas ni a erradicarlas, y en cambio acarreó prácticas generalizadas de violaciones de derechos humanos de la población civil (..,). Al final de su gobierno Fernando Belaunde Terry, consideró un éxito que 'un gobierno elegido democráticamente, entregara el poder a otro elegido democráticamente'".

Como colofón los malos frutos; desde la fundación de la República sucesivos gobiernos han ido sembrando en los pueblos postergados, el odio... que eclosionó en 1980, canalizado por fanáticos grupos terroristas, seguidores de MAO y Pol Pot (Khmer rojo), esgrimiendo como principal arma el miedo y la angustia flotante por las sorpresivas e irracionales embestidas criminales, trastornando la vida cotidiana imposibilitaba a la población enfrentar la amenaza real.


Sin refugio, acorralados, se evitaba transitar por zonas aledañas a los edificios públicos especialmente Ministerios, cuarteles, comisarias... y entre los inmuebles privados: embajadas, bancos, hoteles de categoría, selectivos barrios y domicilios, los cuales caían en escombros dinamitados por mortíferos 'coche-bombas', después del estruendo: muerte y desolación. Las guerras ya no era de los militares solamente, no se estaba seguro ni entre las cuatro paredes del hogar. El éxodo de la zona convulsionada o del país se considera tal vez como la mejor solución.

Los secuestros y los asesinatos seleccionados especialmente militares, políticos, comerciantes, profesores, ingenieros, médicos, autoridades locales y de todo aquel que no acatara las consignas durante los denominados "paros armados". El Gobierno respondía suspendiendo las Garantías Constitucionales, implantándose el Estado de Emergencia y el Toque de Queda.

Sentirse prisionero en libertad -parece incongruente- era imposible adivinar la próxima irrupción criminal. Entre dos fuegos, se vivía y se dormía con el enemigo. Todas las guerras desvalorizan la vida humana, la muerte ya no era al paso, sino al galope, dejando olvidadas huellas por quienes nadie llorara, sin viudas, sin huérfanos.

Encallecidas las emociones, condenados al encuentro con la desgracia, como un personaje de Esquilo. "... La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad -subrayó el poeta inglés John Donne- Y por consiguiente, nunca hagas preguntas de por quien doblan las campanas; doblan por tí".

Su amigo
Dr. Pablo Albán
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- ALAN GARCÍA EN EL BANQUILLO.- 13º MANIFIESTO.
- DIARIO "EL PAÍS" DE ESPAÑA, FUJIMORI ES VÍCTIMA EXPIATORIA, NO ES...

1 comentario:

ayrton dijo...

Muy buenos los articulos.La politica es la lucha de las elites por alcanzar el poder