El otro yo del Dr. Merengue
El personaje más popular de Guillermo Divito
El Dr. Merengue es un atildado personaje, correcto y educado, nunca pierde la compostura. Pero el impecable Dr. tiene una cara oculta. Como en Dr. Jeckill y Mr. Hyde, de Stevenson, hay una doble personalidad, y su inconsciente freudiano, literalmente, sale a decir lo que realmente piensa.
El Dr. Merengue es abogado, un solicitado profesional. Está casado con una mujer que dista de ser una de las famosas chicas dibujadas por Divito.
El personaje más popular de Guillermo Divito
El Dr. Merengue es un atildado personaje, correcto y educado, nunca pierde la compostura. Pero el impecable Dr. tiene una cara oculta. Como en Dr. Jeckill y Mr. Hyde, de Stevenson, hay una doble personalidad, y su inconsciente freudiano, literalmente, sale a decir lo que realmente piensa.
El Dr. Merengue es abogado, un solicitado profesional. Está casado con una mujer que dista de ser una de las famosas chicas dibujadas por Divito.
Tanto su esposa como su jefe suelen ser blanco del otro yo. Este ser también aparece para burlarse de los defectos ajenos, mostrar ironía o incredulidad y, por supuesto, perseguir mujeres.
Todo lo que le está vedado al imperturbable Dr. a diferencia del Dr. Merengue, en el ex presidente del Perú, Alejandro Toledo se trastocan sus egos. El utiliza el alter-ego soez para poder entenderse el mismo, muy probablemente este patrón de su personalidad prima en su vida privada...
Alejandro Toledo, quedó atrapado en signos étnicos que el mismo movilizó en su carrera política en su intento de crear un vínculo identificatorio con la poblaciones andinas, hasta la impostación de su voz lo muestra como si todo en él fuera fingido.
En el 2003, a raíz de una interceptación telefónica de una conversación privada del entonces presidente, (propalada por César Hildebrandt) que lo muestra tal como es él, no debería horrorizarse ni entrar en pánico. Total, el pueblo que lo llevó al poder era consciente que era su forma habitual de comunicarse. Fue publicado en el diario "La Razón" , viernes 12 de setiembre del 2003.
"Nadie podrá lucir por tiempo considerable un rostro para si mismo y otro para las multitudes sin que finalmente termine desconcertado en cuanto cuál es el verdadero.Nathaniel Hawthorne (1804-1864) The Scarlet Letter
EL OTRO YO DEL DR. PRESIDENTE
Viene al recuerdo una tira cómica titulada "El otro yo del Dr. Merengue", que caracteriza a un personaje muy diplomático que se relacionaba amigablemente, demostrando aparentemente gran respeto y aprecio por todas las personas con las que se encontraba, quienes quedaban muy gratificadas por sus expresiones. La cinta concluía cuando emanaba de su cuerpo el espíritu (el otro yo) del "Dr. Merengue", que expresaba la verdad, lo negativo de sus sentimientos.
Sobre la interceptación telefónica de una conversación privada del presidente,que lo muestra tal como es él, no debería horrorizarse ni entrar en pánico.
Total, el pueblo que lo llevó al poder creía que era su forma habitual de comunicarse y uno de los tantos artilugios políticos, esos que se utiliza para tener llegada a la masa popular.
Lo que seguramente lo saca de las casillas, hasta llevarlo a la paranoia es que el pueblo confirme que la mitomanía y la manipulación que exhibe no es parte de las malas artes de la política, sino propio patrón de comportamiento,su personalidad verdadera.
Quizá Salamanca le hubiese dado lo que Standford o Harvard no le transmitió, porque el defecto no es de natura, sino dificultad -¿terquedad?. para aprender de los errores, a pesar que dañan sus propios intereses, el grupo que lidera,la imagen presidencial y el país.
Propugna la lucha contra la corrupción mediante austeridad económica y transparencia en todos los actos de su gobierno, pero comienza su mandato acrecentando sideralmente su sueldo, el de sus allegados y el de una élite de funcionarios y dignatarios, creando descontento en la ciudadanía.
Cuando los medios de comunicación denuncia actos de corrupción, nepotismo,o conductas inadecuadas, los niega o minimiza, responsabilizando a la oposición, Y si es descubierto in fraganti (por su baja tolerancia a la frustración) descarga su agresividad pregonando amenazas como "caiga quién caiga", "ésta sí me la pagan" o "van a rodar cabezas", sin medir consecuencias de su actitud.
Por su cargo de presidente de la nación y por su adicción al alcohol, no es la persona indicada para publicitar el "pisco", licor de origen peruano. Aunque considerando el consumo legal no deja de ser una droga: el fin no justifica los medios.
Si bien los efectos negativos de este acto son relativos,el aprendizaje, se da con su ejemplo, y allí hay un agravante, que es vox-populi: su no adicción al trabajo, pero si a un consumo que aparentemente excede a lo habitualmente social por una bebida espirituosa no nacional de etiqueta azul.
El uso y abuso del alcohol y otras drogas no solamente puede interferir negativamente en la conducta personal, social y laboral, sino que pueden dañar permanentemente las neuronas cerebrales.
Como el "Dr. Merengue" se diría que el "Dr. Presidente" tiene "dos caras" porque el "otro yo", la cara oculta, es contraria, a la conducta mostrada. Eso es diferente a los dos rostros que exhibe Jano, bifronte divinidad romana que sagazmente veía al mismo tiempo el pasado y el porvenir, cualidad que no caracteriza al "Dr. Presidente", pues hasta la fecha solamente mira hacia atrás, sin una visión o proyección hacia el futuro.
Su amigo Dr. Pablo Albán
Sobre la interceptación telefónica de una conversación privada del presidente,que lo muestra tal como es él, no debería horrorizarse ni entrar en pánico.
Total, el pueblo que lo llevó al poder creía que era su forma habitual de comunicarse y uno de los tantos artilugios políticos, esos que se utiliza para tener llegada a la masa popular.
Lo que seguramente lo saca de las casillas, hasta llevarlo a la paranoia es que el pueblo confirme que la mitomanía y la manipulación que exhibe no es parte de las malas artes de la política, sino propio patrón de comportamiento,su personalidad verdadera.
Quizá Salamanca le hubiese dado lo que Standford o Harvard no le transmitió, porque el defecto no es de natura, sino dificultad -¿terquedad?. para aprender de los errores, a pesar que dañan sus propios intereses, el grupo que lidera,la imagen presidencial y el país.
Propugna la lucha contra la corrupción mediante austeridad económica y transparencia en todos los actos de su gobierno, pero comienza su mandato acrecentando sideralmente su sueldo, el de sus allegados y el de una élite de funcionarios y dignatarios, creando descontento en la ciudadanía.
Cuando los medios de comunicación denuncia actos de corrupción, nepotismo,o conductas inadecuadas, los niega o minimiza, responsabilizando a la oposición, Y si es descubierto in fraganti (por su baja tolerancia a la frustración) descarga su agresividad pregonando amenazas como "caiga quién caiga", "ésta sí me la pagan" o "van a rodar cabezas", sin medir consecuencias de su actitud.
Por su cargo de presidente de la nación y por su adicción al alcohol, no es la persona indicada para publicitar el "pisco", licor de origen peruano. Aunque considerando el consumo legal no deja de ser una droga: el fin no justifica los medios.
Si bien los efectos negativos de este acto son relativos,el aprendizaje, se da con su ejemplo, y allí hay un agravante, que es vox-populi: su no adicción al trabajo, pero si a un consumo que aparentemente excede a lo habitualmente social por una bebida espirituosa no nacional de etiqueta azul.
El uso y abuso del alcohol y otras drogas no solamente puede interferir negativamente en la conducta personal, social y laboral, sino que pueden dañar permanentemente las neuronas cerebrales.
Como el "Dr. Merengue" se diría que el "Dr. Presidente" tiene "dos caras" porque el "otro yo", la cara oculta, es contraria, a la conducta mostrada. Eso es diferente a los dos rostros que exhibe Jano, bifronte divinidad romana que sagazmente veía al mismo tiempo el pasado y el porvenir, cualidad que no caracteriza al "Dr. Presidente", pues hasta la fecha solamente mira hacia atrás, sin una visión o proyección hacia el futuro.
Su amigo Dr. Pablo Albán
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